No
obstante, no todo era tan bonito como parecía, según algunos sectores críticos,
este cambio que pretendía acometer Savonarola en la sociedad, en el pensamiento
y en la política era demasiado brusco, la mayoría de la gente no estaba
preparada para estas ideas violentas, en parte, debido a la cultura que se
bebía durante esta época. Pues con toda la renovación que supuso el
Renacimiento (expresiones artísticas, corrientes humanistas, pensadores,
búsqueda de la gloria, del poder y de la riqueza…) era muy difícil que la
sociedad rechazase esta forma de vivir, la cultura renacentista y optase por
una vida austera en la que predominase la penitencia. Pero, aunque parezca
paradójico, la propia reforma de Girolamo era fruto del Renacimiento, al igual
que fueron las causas que permitieron que ésta saliera adelante, y de la misma
manera que fue el causante de la caída del propio fraile.
Algunos
pensaban (como Maquiavelo) que la causa de su derrota, fue la ignorancia del
padre respecto a la naturaleza humana, la virtud, y la perfección del hombre,
aspectos que el pensaba que desarrollarían y aceptarían todos los ciudadanos,
fue su propia reforma la que lo hundió. Otros creían que el fracaso se debió a
la falta de coraje de Savonarola, Spini decía que ese proyecto estaba condenado
al fracaso pues no fue capaz de tener la bondad (de la que tanto hablaba el
propio Girolamo), la valentía y el suficiente conocimiento para llevarla a
cabo, denunciaban su incoherencia y falta de visión.
Nicolás Maquiavelo [Fotografía de Wikipedia, 2019]
Como
hemos dicho antes, fueron sus propias ideas y su reforma democrática-teológica
(que finalmente sólo recaló en él y en sus seguidores) las que pusieron fin a
su proyecto y a su propia vida. De todos modos, dejó una gran riqueza en el
pensamiento político y religioso del momento y de pasajes posteriores,
valiéndose sobre todo de la materia religiosa, en concreto, de las ideas del
Antiguo Testamento, las cuales las ejecutó a la perfección en sus sermones y
profecías.
Fue
así como, a través de una vida inconformista, inquieta y llena de ideas que
parecían ser extraídas de un sueño, emprendió un proyecto tan fantasioso, que,
a pesar de haber sido un fracaso, perduró en la historia y fue heredado por el
pensamiento político, contribuyendo a enriquecer al propio ser humano, y por lo
que es considerado como uno de los creadores del pensamiento moderno.
Bibliografía.
Mendoza,
Figueras, G. (2002): “La democracia teológica de Savonarola”, Girolamo Savonarola y el Renacimiento
italiano, México, pp. 76-94.
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